El ruido es audible, y generalmente, las personas somos capaces de diferenciar cuando un sonido es molesto o está fuera de tono, pero ¿sabías que el ruido también puede ser visible?
En el mundo de la decoración existe lo que se denomina “ruido visual” o “ruido estético”. Este término hace referencia a todo lo que, a simple vista, resulta desagradable o incómodo a la visión general de los espacios. Es decir, es una reacción automática hacia todo lo que está fuera de lugar o que dificulta la limpieza visual de una determinada estancia.
Sillón NORDIC
El ruido visual suele estar relacionado con el desorden, pero no siempre este es el motivo que lo ocasiona. Podemos encontrar un espacio muy organizado, pero que se encuentre saturado de muebles o de objetos decorativos, que hagan que la estancia se vea abarrotada. Incluso, que los elementos que conforman dicho espacio no guarden ningún tipo de relación entre sí o con el ambiente que les rodea.
Además, otro tema a tratar es la iluminación. Ya que esta debe ser la adecuada para el conjunto en total y así conseguir espacios armoniosos y equilibrados.
Butaca EA
El ruido visual no solo influye en la imagen que transmite la propia estancia, sino también en el bienestar de las personas que frecuentan ese espacio. Todos somos sensibles a determinados estímulos visuales y la existencia de este desequilibro puede generar incomodidad y que entren ganas de abandonar el lugar. Incluso, si el ruido es muy abundante, puede ocasionar nerviosismo, mal humor, ansiedad, estrés, etc.
El objetivo final no es conseguir unos interiores dignos de portada de revista, si no de obtener espacios equilibrados que transmitan calma. Entender que lo que no suma, resta y, de que menos, es más.
Silla WISH
Existen 3 pautas que, por norma general, ayudan a eliminar el posible ruido visual.
1- Organización y Limpieza
Disponer solo de los elementos estrictamente necesarios. A lo largo de los años se van acumulando distintos objetos que nos recuerdan épocas, lugares, viajes, personas, etc. Pero es poco eficiente disponer de tantos objetos a los que no le damos un uso cotidiano. Por eso quédate con lo verdaderamente importante, aquello que vayas a usar y que te aporte algo.
Así mismo, organiza dentro de los muebles todos los elementos para solo dejar a la vista aquello que sea imprescindible.
Sillón EG
1- Armonía de color
Buscar una paleta de color que sea acorde a tus gustos y estilo y trabajar los distintos elementos en torno a ella, siempre es sinónimo de éxito. Ceñirse a una determinada gama cromática facilita conseguir una armonía visual.
2- Un estilo decorativo
Es importante que, una vez localizados los elementos “problemáticos” que generaban el ruido visual, sean eliminados y se busquen otras opciones que resulten más acordes.
Volver a crear una armonía pasa por saber reconocer con qué estilo decorativo te sientes más identificado y llevarlo a cabo.
Mesa TUL
Reorganizar y deshacerse de objetos no es la tarea más sencilla del mundo. Y más si conlleva algún tipo de valor sentimental. Pero se puede comenzar, poco a poco, realizando pequeños cambios que puedan devolver ese equilibrio tan necesario en todo tipo de interiores.
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