En el mundo del diseño de mobiliario, la combinación de materiales es una de las técnicas más utilizadas. Suelen emplearse elementos totalmente opuestos para crear un contraste visual único. Por ejemplo: cristal y acero, aluminio y madera, hierro y ratán, etc.
En nuestro catálogo puedes encontrar numerosos modelos donde se combinen distintos materiales. Hoy, en concreto, vamos a centrarnos en los muebles que tienen algún elemento cromado o dorado.
Estas piezas aportan un toque de elegancia y sofisticación a cualquier espacio, pero para conservar su brillo y esplendor, es primordial darles un mantenimiento y cuidado adecuado. Sigue estos consejos para mantener tus muebles en perfecto estado durando mucho más tiempo.
El cromado y el dorado que ves en la mayoría de estructuras o patas consiste en un revestimiento que se emplea sobre otros metales. No obstante, pueden ensuciarse u opacarse con mucha facilidad, por lo que es importante limpiarlo habitualmente para mantener su brillo.
· Limpieza regular con paño suave
El primer paso para conservar los muebles en óptimas condiciones es pasar un paño suave y no abrasivo de forma regular por la superficie de las piezas. Eliminando el polvo y la suciedad acumulados.
Realizando esta acción de forma semanal ayudará a prevenir la pérdida de brillo original.
· No usar productos abrasivos
Los limpiadores fuertes o los productos abrasivos pueden dañar este tipo de superficies, dejando marcas irreparables.
Es aconsejable, optar por limpiadores suaves y no abrasivos que sirvan específicamente para este tipo de materiales. Asegúrate de leer las etiquetas de los productos para garantizar que sea compatible.
· Secado inmediato
Otro punto a tener en cuenta es que después de cada limpieza, hay que proceder a secar muy bien las superficies para que no queden restos de humedad en ellas. Si no se realiza este paso de forma correcta, la humedad acumulada puede ocasionar manchas que son difíciles de eliminar. Usando un paño o toalla de microfibra limpia y seca ayudará a preservar el brillo más tiempo. Nunca dejar que se sequen solas al aire.
· Protección contra rayones
Colocar almohadillas o protecciones de fieltro en la base de las patas evitará posibles daños al desplazarlos. A largo plazo, este truco puede marcar la diferencia y alargar las perfectas condiciones de tus muebles.
· Exposición directa al sol
Evitar colocar los muebles en zonas donde queden expuestos de forma directa a los rayos solares durante largos periodos. El sol es un factor que puede dañar de forma irreversible la apariencia y el color de las piezas de mobiliario.
Esperamos que estos consejos te sirvan de ayuda para poder mantener todas tus piezas como el primer día y que conserven su esplendor por mucho tiempo.
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